Valoración
“El Pato y la Muerte”
Wolf Erlbruch
En el libro álbum El
Pato y la Muerte, esta última es tratada con una sencillez admirable: no es más
que la situación que nos lleva hacia lo desconocido; mientras tanto, podemos
aceptar que nuestra existencia es finita y que, a pesar de esto, podemos ser
felices y establecer lazos con los otros y el mundo.
La muerte como la acompañante
de todos los seres vivos no es la clásica imagen de una calavera terrorífica
que carga la hoz, pues es encarnada por este afable personaje vestido con bata
a cuadros que sabe tan poco como nosotros de lo que hay más allá del final de
la vida.
Erlbruch rompe los
esquemas creados por la cultura popular y utiliza elementos del imaginario
colectivo como las creencias que tenemos sobre el más allá, sobre el paraíso y
el infierno para centrarnos en el aquí y en el ahora y nos dice que primero
tenemos que morir para averiguar qué ocurrirá.
De esta manera, El
Pato y la Muerte no sólo aborda esta temática, si no también la de las
creencias que los seres humanos elaboramos para trascender más allá del final
de la vida terrenal. Temáticas que difícilmente se pueden insertar en una clase
de literatura en la escuela, no por la sencillez y la emoción que puede
provocar el tema de la muerte, sino por la sensación de incertidumbre que el
autor imprime a los aspectos relacionados con la fe y la religión:
“-
Algunos patos dicen que te conviertes en ángel. Te sientas en una nube y desde
ahí puedes mirar la tierra.
-
Es posible – la muerte se incorporó -, pero de todas maneras tú ya tienes alas.
-
Algunos patos también dicen que en las profundidades de la tierra hay un
infierno en el que te asan si no fuiste un pato bueno.
-
Es asombroso todo lo que se cuenta entre los patos, pero quién sabe...
-
¿Entonces tú tampoco lo sabes? – graznó el pato.
La
muerte sólo le miró.”
Se refleja la
intención que Wolf Erlbruch tiene de transformar el tema tratado históricamente
por la literatura como el irremediable y trágico final, en un hecho más de
nuestra vida y para el cual podemos estar preparados y conscientes de que
ocurrirá algún día. Lo toma con sencillez y sentido común, con gracia y
emotividad; sin embargo, esto no quiere decir que para muchas escuelas, que
declaren educar bajo algún credo, el libro sea recomendable pues cuestiona la
fe cristiana, la idea del bien y el mal, del paraíso y del infierno.
Pero al margen de
los credos y la fe, el álbum es altamente recomendado por los expertos[1].
En lo que sigue se exponen algunos criterios que abogan por la inserción de
este filosófico libro álbum en las aulas de literatura:
En primera
instancia, el tratamiento de El Pato y la Muerte para las aulas de literatura
es recomendable porque en la obra se hacen patentes las tres funciones de la
literatura infantil y juvenil, planteadas por Teresa Colomer (2010):
1. Desarrollo del
lenguaje literario: El álbum acerca a los estudiantes a una lectura multimodal,
que les plantea el desafío de comprender las palabras unidas a las imágenes
para luego interpretar este conjunto como un sólo mensaje.
Además, se halla
representado el lenguaje del silencio en las imágenes, en los signos de
puntuación y en la presentación misma del libro, con hojas de cortesía,
contraportada y contratapa en blanco. Este efecto de silencio que se imprime en
la narración permite al lector tomar pausas, pensar, ir más lento en la
lectura.
Por otra parte, el
lenguaje de la obra permite acercar a una prosa eminentemente poética, abriendo
las puertas a la expresión de sentimientos a través del relato; lo que permite
establecer nexos con otras obras literarias de distintos géneros que traten la
temática de la muerte, sobre todo en poesía.
Otra característica
del lenguaje es que, claramente, este libro no puede ser leído a cualquier
edad. Se recomienda su lectura a partir de los nueve años, aunque más fructífera
resulta desde los diez, cuando la competencia literaria permite aumentar la
complejidad de las estructuras narrativas que se utilizan en las obras
literarias (Colomer, 2005), permitiendo por una parte, la diversidad de voces,
en este caso en las preguntas del Pato y las explicaciones de la Muerte en
estilo directo; y por otra, la reconstrucción de la historia a partir de la
información suministrada por diversas vías, a partir de fragmentos que van
encajando, y que en el álbum viene dada por los aportes de la imagen y la
palabra anteriormente explicados.
2. Socialización en
contacto con los modelos culturales: Los personajes actúan con reflexividad y
afecto en situaciones adversas. Presentan una relación armoniosa y equilibrada
que se contrapone con el modelo cultural que presenta el cine y la televisión
sobre el tema de la muerte. Mediado por el profesor de literatura, provoca un
examen de conciencia sobre nuestra vida y nuestro destino. Motiva a analizar
las manifestaciones del tema de la muerte en nuestro entorno cultural y social
y cómo éstas son manipuladas por los medios de comunicación.
3. Acceso al
imaginario colectivo: Constituye una reinvención de lo que en el imaginario colectivo
comprendemos por muerte. El autor recurre a símbolos ya estereotipados como la
calavera, el tulipán, el cuervo, el río. Sin embargo, la historia escapa a los
usos arquetípicos que se les da a los símbolos de la muerte. Así, la obra
literaria provoca el “temblor de sentido” del que hablara Todorov:
“Mediante
un uso evocador de las palabras, recurriendo a las historias, a los ejemplos, a
los casos particulares, la obra literaria [...] pone en movimiento nuestro
aparato de interpretación simbólica, despierta nuestras capacidades de
asociación y provoca un movimiento de ondas de choque que se prolongan mucho
tiempo después del contacto inicial.” (Todorov, 2007: 78 en Colomer, 2010: 5)
La lectura del álbum
no deja indiferente al lector debido a estos movimientos interpretativos que
produce en su imaginario, es más, las imágenes de la muerte se modifican y esta
calavera alegre pasa a tener un lugar en los símbolos que evocan el inevitable
fin de nuestros días. Las palabras, por su precisión, se guardan fácilmente en
la memoria y quedan suspendidas en busca de respuestas. Las dudas del pato
pasan a ser nuestras y la búsqueda de sentido a la existencia se prolonga a
cada lectura. Sin duda es un remezón a las creencias sobre la vida y la muerte.
Otro aspecto que El
Pato y la Muerte posee es el de la calidad literaria, concebida como la
capacidad de la obra literaria de “proporcionar a los niños las distintas
formas de representación de la realidad, para proyectar y construir la
intimidad del lector, distanciarse críticamente del discurso, descubrir la otredad”
(Colomer. 2005. P.179) El libro tiene la capacidad de construir un ambiente
propicio para el tema tratado y para profundizar en ello sin un afán
pedagógico, sino eminentemente literario y filosófico. Permite entonces este
distanciamiento crítico de las situaciones reales de muerte y abre las puertas
a un mundo paralelo donde no es tabú pensar en que los seres vivos morimos
todos los días porque es lo que nos toca. Las múltiples interpretaciones que
puedan surgir de este planteamiento son en gran parte por la calidad literaria
y artística de la obra.
Por otra parte, se
halla la posibilidad de “crecer” gracias a la lectura detenida de este libro
álbum. A partir de la idea de que el contacto con narraciones ficcionales
aporta a los jóvenes aquellas palabras necesarias para construir su identidad
(Silva-Díaz, 2008), podemos abordar la obra en el aula de literatura,
centrándonos en la reflexión que los estudiantes hagan sobre sí mismos en
relación con la temática, con el objetivo de aportar al alcance de una madurez con
sentido de existencia e integridad. De la misma manera lo indica Jover (2007:
68) que propone que los textos literarios ofrecidos en la clase de literatura
contribuyan al proceso de maduración y desarrollo de los jóvenes en la escuela.
Que con ellos puedan reconocerse, establecer un diálogo fecundo, que sean una
herramienta para desmontar modelos sociales, que creen condiciones para una
interacción enriquecedora entre los que conviven en el aula. De esta manera, la
temática planteada por El Pato y la Muerte expone una característica universal
de los seres vivos: nuestra finitud. Todos estamos en igualdad frente al
destino. Un gran comienzo para poner en evidencia los objetivos transversales
de formación ética y del conocimiento del individuo en relación con otros.
Además, el álbum deja
de manifiesto valores como la amistad, la tolerancia, el respeto por la
naturaleza, el conocimiento de sí mismo, la afectividad, el amor por el otro
ante la adversidad, la importancia de la alegría en momentos críticos, etc.
Valores que justifican su aplicación en aulas no sólo de literatura, sino
también de orientación y filosofía.
Existen dos formas
de organizar el conocimiento y de estructurar la experiencia individual basada
en las relaciones humanas: la primera, a través del pensamiento lógico-científico,
que guarda relación con el mundo de las cosas; la segunda, gracias al
pensamiento narrativo, que está en relación con las personas y sus inquietudes.
Al pensamiento lógico se le da gran cabida en la escuela pues a través de él se
pueden explicar muchos conceptos de la realidad física, como, en este caso el
ciclo de la vida; mas no es aplicable a los problemas humanos como, por
ejemplo, la toma de conciencia de que pertenecemos a ese ciclo. Es sólo a
través de los relatos que podemos conocer en profundidad la cultura, la
sociedad y la especificidad del ser. Así, el pensamiento narrativo debe ser
potenciado por textos significativos que colaboren en esta conformación del
conocimiento humano (Bruner, 1996 en
Jover, 2007:70) El Pato y la Muerte es un relato que ayuda a representar la
experiencia y a fundamentar nuestras creencias, es decir, que forma parte del
conjunto de narraciones que ayudan a estructurar los conocimientos en torno a
una problemática común a las personas.
Por último, enfatizar
en lo que se ha venido hablando desde un principio. El Pato y la Muerte es una
obra literaria que da para hablar. Por algunos puede ser considerada un libro
para adultos, de una temática dura para un público joven, que puede causar un
impacto emocional en los lectores ¿pero no es acaso esto lo que busca la
literatura? De otra forma, ¿para qué trabajarlo en el aula? No olvidemos que el
corpus de obras para el aula de literatura debe promover la lectura para la
formación de un lector literario competente que sabe abstraerse y comprender
los alcances ilimitados de estructuras, de géneros y de temáticas que
caracteriza a la buena literatura. Así, el Pato y la Muerte nos impacta,
emociona y lleva a la reflexión profunda, como el libro del que hablara Kafka a
sus veinte años:
“Si
el libro que leemos no nos despierta como un puño que nos golpeara en el
cráneo, ¿para qué lo leemos? ¿Para que nos haga felices? Dios mío, también
seríamos felices si no tuviéramos libros, y podríamos, si fuera necesario,
escribir nosotros mismos los libros que nos hicieran felices. Pero lo que
debemos tener son esos libros que se precipitan sobre nosotros como la mala
suerte y que nos perturban profundamente, como la muerte de alguien a quien
amamos más que a nosotros mismos, como
el suicidio. Un libro debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado
que tenemos dentro.” (Jover, 2007: 69)
Bibliografía
Colomer, T. (2005). Andar entre libros. México, DF: Fondo de
Cultura Económica
Colomer, T. (2010). Introducción a la literatura infantil y
juvenil actual. Madrid: Síntesis.
Erlbruch, W. (2007) El Pato y la Muerte. Granada: Barbara
Fiore Editora.
Genette, G. (1997) Paratextos (Vol.
20). NY: Cambridge University Press.
Jover, G. (2007) Un mundo por leer. Barcelona: Octaedro
Ediciones.
Silva Díaz, M. C.
(2009). Entre el escrito y uno mismo: Realismo juvenil y construcción de
identidades en Lecturas adolescentes,
185-196. Barcelona: Graó.
Webgrafía
Bárbara Fiore.com : Compendio de opiniones de
especialistas sobre el libro álbum El
Pato y la Muerte. Entrevista a Wolf Erlbruch.